Ingredientes:
- 200g de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
- 100g de azúcar glas (puedes ajustar según tu preferencia de dulzor)
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 250g de harina de trigo
- Una pizca de sal
Instrucciones:
Precalienta tu horno a 180°C (350°F) y prepara una bandeja para hornear con papel pergamino o una lámina de silicona.
En un tazón grande, bate la mantequilla con el azúcar glas hasta que estén bien combinados y la mezcla esté suave y cremosa.
Agrega el extracto de vainilla y mezcla bien.
En otro tazón, tamiza la harina junto con la pizca de sal.
Incorpora gradualmente la harina tamizada a la mezcla de mantequilla y azúcar. Puedes hacerlo en varias adiciones, mezclando bien después de cada incorporación, hasta que todos los ingredientes estén bien combinados y formen una masa suave.
Forma la masa en una bola, envuélvela en film transparente y refrigérala durante al menos 30 minutos. Esto ayudará a que la masa se endurezca un poco y sea más fácil de manejar.
Después de refrigerar, retira la masa del refrigerador y colócala sobre una superficie ligeramente enharinada.
Extiende la masa con un rodillo hasta que tenga un grosor de aproximadamente ½ cm.
Usa moldes para galletas para cortar la masa en las formas deseadas y colócalas en la bandeja para hornear preparada, dejando un espacio entre cada galleta.
Hornea las galletas en el horno precalentado durante unos 10-12 minutos, o hasta que los bordes estén ligeramente dorados.
Retira las galletas del horno y déjalas enfriar en la bandeja durante unos minutos antes de transferirlas a una rejilla para que se enfríen completamente.
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